El querellante podrá desistir o abandonar su querella en cualquier momento del proceso, con costas a su cargo y sujeto a la decisión definitiva.
La querella se considerará abandonada cuando el querellante:
1.No concurra a prestar testimonio sin justa causa;
2.No concurra a la audiencia conclusiva;
3.No acuse o no ofrezca prueba para fundar su acusación; o,
4.No concurra al juicio o se ausente de él sin autorización del tribunal.
Igualmente se considerará abandonada la querella cuando el representante o sucesor del querellante no concurra a proseguir el proceso, dentro de los sesenta días siguientes a su incapacidad o muerte.
El abandono será declarado por el juez o tribunal de oficio o a petición de parte.
El desistimiento y el abandono impedirán toda posterior persecución por parte del querellante, en virtud del mismo hecho que constituyó el objeto de su querella y en relación con los imputados que participaron en el proceso.